Victoria Sandoval

Fuiste mio y yo de ti...

Anoche todo fue perfecto, esos besos

y caricias que nos dimos, fueron maravillosos.

 

Fué volver a sentirme viva otra vez,

fué poder entregarme al placer

como jamás imaginé.

 

Sí, fuí tuya y pude sentirte piel con piel

cada caricia despertaba en mi

todas esas sensaciones,

que creí jamás podría sentir.

 

Todo era perfecto, nos dimos en una entrega,

nos dimos al placer de sentir nuestros cuerpos desnudos

de tocar cada parte de nosotros, con una delicadeza,

a veces tierno, a veces con la locura,

con esa locura que la pasión envuelve,

 

Pero sería absurdo si te digo, que no lo disfruté,

fuí de ti y fuiste mio, que más podía pedir?

 

Una caricia llevaba a otra, tus besos erizaban mi piel

la piel que con tus manos recorriste por completo,

sí, cada parte de mi fué tuya anoche.

 

No podíamos parar, nos dimos por entero,

estabas aquí y no podía dejarte ir,

al fin pude besarte, tocarte, acariciarte

y pude amarte y entregarme a ti.

 

Tú me mirabas y cada mirada me penetraba hasta el alma,

podía sentir ese deseo de seguir,

de saciar en mi todas tus locuras, todos tus instintos.

 

Fuiste tierno y salvaje a la vez, fuiste dulce y atrevido,

pero que importa?

si lo que yo quería era sentirte y me dejé amar por ti.

 

Pude sentir tu corazón, cada latido,

como si fuera a salirse de tu pecho

y el mio, cómo agitado respondía a lo que en mí provocabas

eran tantas las emociones que en mí despertabas.

 

Sí, fuiste mio y fuimos uno

lo terrible llegó que tuve que despertar

y darme cuenta de la realidad

de que jamás estuviste aquí

de que todo eso que viví contigo

fué sólo parte de otro más de mis sueños

de mis sueños contigo...