ivan rueda

NO HAY AMOR



 

 Aire para amar: ¡ ni eso !

¡ Abolición de la estirpe de tus besos!

esquinas de tu ser

en los tumultuosos añicos del espejo,

devastación

del tiempo y sus horas errabundas

en las abruptas grietas de tu sombra.

 

No hay amor

sino una voz acribillada

por el llanto de la lluvia,

una calle perforada por silencios,

un otoño mordiéndose las hojas

muy lejos del cáliz o el durazno.

 

No hay amor

sino aullidos en los radiales de una rosa,

canes a dentelladas

con las partes blandas de la luna,

astillas de las tristes estrellas sobre el mar.

 

No hay amor

sino un desierto de relojes y dinteles,

un páramo de lápices sin punta,

de cartas muertas sin remite,

donde cartilagos de números y sueños

alucinan bajo  fiebres de letras con amígdalas,

donde moran abecedarios sin piel que nos deshiele.

 

No hay amor

sino una conspicua oscuridad

en las rinconeras de los campos

con la tarde, que huyendo de la luz,

desemboca ciega en la penumbra

con sus pájaros despintando el paisaje

tras la desaparición etérea de sus plumas.

 

No hay amor

sino color contra color,

piedra sobre piedra,

extremaunción de trigo envenenado,

religión inútil del granito,

filosofía de polvo y pedregal.

 

No hay diana para flecha,

no hay celebración de tormenta o de rayo,

no hay amor

sino un vértigo de carne y esqueleto,

un miedo a escalarte por los huesos,

por la espina dorsal hasta tus labios,

para entrarte a raudales por la boca

hasta colarme en tu alma por tus ojos.

 

No hay amor

tan sólo permanece la fatídica memoria,

largo ventanal con vistas a lo que fuimos

como un hueco sin principio ni final,

ávido de sangres y de avispas,

profundísimo dolor que nunca cesa,

abolición del poema y sus palabras,

revocación absoluta de tu nombre,

negación del aire que te innunda,

muerte, por fín,

y sin embargo cenizas, huellas sin borrar,

residuos de ti por todas partes

y de aquello que un día fue amor.