Tamsley

Apareces por el frágil camino

 

Apareces por el frágil camino

y de pronto soy el que nunca duerme.

Susúrrame caricias de otros tiempos,

atemos miradas, la tuya y la mía.


Rompiendo los pensamientos serios,

de entre las cumbres de la muerte,

tu rostro emerge con la fuerza de un atardecer.

Y lo inunda todo, y lo inunda todo de mí.


Habla... ¿es que no encuentras las palabras?

Están ahí, bajo la sombra de las ruinas.

Quieren tu boca para ser vividas, porque

eres la única que desvía el cauce del río.


No alcanzo a imaginar cómo sería tenerte siempre.

Apenas lo tiento en la noche de mis ojos, se escapa

buscando manos lejanas. Y luego viene la claridad

que es un tren que corre a ninguna parte,

vagones sin nada, cielos extraños.

Cómo sería tenerte siempre, aunque fuese por un día.