Nadie

Lázaro

‎Aquél que ha mirado los ojos fríos y oscuros de Lázaro,

donde se percibe el eterno olvido, el rostro de la muerte,

jamás volverá a ser el mismo.

La luz del sol no brillará,

la sonrisa de los niños no será apreciada,

la belleza será una mentira.

Se sentirá aplastado por los dos infinitos del espacio y el tiempo,

y el comienzo y el fin se encontrarán unidos.