Romanticologo

LO SIENTO, BELLA DAMA INTELECTUAL

Todas estas noches he vivido la tortura de los recuerdos de mis labios que cantaban esas palabras entusiastas a tu alma, ellas eran tomadas como estrategia inconsciente para volver a sentir tus besos y tu cuerpo de volcán. Imaginaba como sería vivir un romance formal contigo y no me importó darte un trato especial porque de verdad lo merecías. Mujer intelectual despertabas el anhelo de por fin tener a mi lado la dama de mi destino. Estabas comenzando a darle color a mis días, pues tu mirada posee un misterio que noche a noche buscaba descifrar para poder entender tu carisma.

 

            Creía que el sol se escondía en tu sonrisa, y tus ojos como estrellas guiarían mi camino al amor que siempre he demandado, sin embargo tu te presentaste en un momento en el que me sobraban las distracciones de cinturas y caderas que saciaban mis ganas de amar físicamente a una mujer; pero eso no evitó desertar de cada una de ellas para solo darte amor a ti, por lo que fui despidiendo una a una de mis amantes regalándoles una ultima noche de frenesí, hasta llegar al más difícil atolladero que me separaba de tus agasajos y enigmas de pasión sigilosa.

 

            Era esa mujer que se había vuelto parte de mi vida desde mucho antes que tu, que me ama, que me había esperado desde esa primera vez en la que se cruzaron nuestras miradas; que me ha llorado, la mujer que más amor me ha regalado sin importar mi apatía a ella, frialdad y desprecios que muchas veces le hacía para que se alejara de mí, sin embargo el corazón es caprichoso y me hizo inolvidable a su mente y espíritu.

 

            Ese día que creí era su despedida, en el frío de un sistema de hotel nuestros cuerpos sintieron el frenesí y la pasión que reconozco di  por miedo a que todo concluyera, pero que tenia el pensamiento firme de que sería la ultima vez en que la anatomía de nuestros cuerpos desnudos llamarían la necesidad de nuestras ganas para fraguar una noche de excitación.  Pero al momento de apuntarle que nuestros encuentros se extinguirían me acobardé, no me atrevía a dejarla ir, me había equivocado, creía que no la quería, pero si era así (LA AMABA) y lo entendí cuando sin ropa, y con sus delicados ojos repletos de lagrimas me plasmó que tenía miedo pues presentía que se acercaba el final, y que tanto me amaba que si mi camino era sentirme feliz con otra dama, ella con dolor lo iba a aceptar pues tal era el amor que sentía por mi, que no le importaba el dolor que su alma iba a sentir, mi felicidad a ella la iba a llenar.

 

            Quise escaparme de ella para siempre, y resultó en fracaso, sin embargo creía que iba a tener las agallas para sacarla de mi vida en otra ocasión que demande el destino, pero luego día a día me fue embrujando el pensamiento más y más, y eso trajo como consecuencia el desovo de mi amor a su corazón y el resultado posterior que fue el alejo de mis palabras a ti

 

            Ella se convirtió en la mujer de mis sueños. Lamento haberte ilusionado, por haber usado mi repertorio de lindas palabras que te engañaron y pintaron un retrato de mí en tus pensamientos que te hiciera tenerme en tu mente. Bella dama intelectual, no quiero que pienses que todo lo que te dije fueron mentiras, mis palabras en realidad salieron guiadas de mi corazón, buscaba brindarte la felicidad que seguías en tus sueños, pero terminé lastimándote y rompiéndote las ganas de amar.