BACH

El luto de la muerte.

 

 

 

 

-Antagonista-
La arena
cae, cayendo
en los poros
de un frasco;
parecido a una
botella, quebrada
perdida; fluida,
cae sintiendo
la agonía de 
ser vida,
un tiempo redentor
en cuerpos 
suicidas tras la espera
del dedo mugroso
deshilachando
la madeja de almas
atrapadas en el mar,
mar de manchas,
tantas como quienes
observan el cuadro morirse
con sus ojos ciegos,
y sus almas
sin el alcance 
de la privacidad
del reloj 
sintiendo dolor
de contener
lagrimas del mar;
cuando más duele
el corte marcial
entre afilados dedos
recortando las banderas
de su pecho /Vacío/

Contenedor,
contiene 
una palabra
envenenada
contenido
en púas
sangrantes;
/sin sangre/
cuando 
la muerte,
más siente
no sentir
que muere,

y cuervos
le sacan
ojos 
a las sombras;
en sus rostros
desfigurados
le sacan la luz,
para volar
en filas
del cielo,
atascados
en la retina
volátil;
cuando más
se acaba el tiempo,
y el luto cobra vida,
pendular 
de un reloj
imaginario,
y la arena-sangre;
cae del reloj de arena
insistiendo
en renacer
en un reloj de carne,
pero no renace;
no vive; no existe.
Del luto de la muerte,
los relojes no existen;
ni la ecuación plena
de la pizarra
creada
en plenitud
a la vida humana.

-Protagonista-