El de las Rosas

A mi amada esposa

Era tarde; pasaban ya de las cuatro,

cuando un presagio recorrio todo mi ser,

al tomar tu mano, y sentir que tu calor

ya no existia, angustiado busque tu pulso,

y sentí el último palpitar... de tu corazón.

Ese corazón que lleno de alegría, un día

emocionado me dijo...si te acepto;

ese corazón, que sonriente nos enfrento,

a recorrer la vida de ilusión del matrimonio,

sin embargo hoy... dejo de latir,

con el impulso que siempre le dio a tu vida,

esa, que siempre estaba llena de alegría,

al mirarte, siempre con una linda sonrisa,

en ese rostro; que calidamente tome en mis manos,

y que mirando esos ojos expresivo,

te decía, cuanto te amaba sin medida,

y que tu, con solo una sonrisa,

dabas respuesta amorosa; a mis amores,

hoy al recordarte... ya no lloro, te prometo,

porque quiero; que ahi en donde estas,

tu, no te angusties de mi sufrir,

y en cambio, goces de la paz divina,

que tu alma... bendecida

y que hoy siento, mas cerca de mi,

se eleve, hasta la presencia del

rostro del padre..., y tu; amor mío,

descances en paz....

a tres meses de tu partida.