Fernando Curiman

Calavera


Chapotendo en agua blanca

Nadan flores a lo lejos

Con sus pétalos callados

Gimen, lloran, ríen y duermen.

 

Yo las miro, las respiro,

Las adoro y las admiro.

Me recuerdan a la muerte.

Yo me marcho y las olvido.

 

Fuese yo viajero inerte 

De mi patio y sus galaxias,

De los puentes y las lluvias

Que son éter, fuego y calma.

 

En la sombra de los vientos

Van marchando mis palabras

Como polillas resecas 

En el mate bailan quietas.

 

Bailan secas,

Bailan huecas,

Bailan insurgentemente,

Como dagas en mi frente

Rompen huesos,

Rompen dientes.

 

¡Trae pan y trae vino!

Tráeme una canallada.

Borrascosa y empinada

 

(Montaña de sal y azufre)

 

Satanases en un plato 

Y un zorzal hecho pedazos

En mi cama se retuerce

Pidiendo vivir a ratos.

Es un cráneo susurrando en mis almohadas
Es un cráneo susurrando en mis almohadas
Padre nuestro
Padre nuestro
(Vino tinto derramado)
Acurrucado sus cabellos de cebolla
Me acarician,
Me relatan una historia.