aye videla

Pensarte...

Nada recuerdo ya…
 y las palabras retumban en mis tímpanos,
es como si fuera el viento quien las trae,
a golpear las puerta de mi existencia,

nada hay en esta vida austera,
que en mi cruel espera,
me recuerda la agonía al no tenerte,

nada en este tiempo ínfimo hay,
nada que me retraiga,
tan solo a un momento de paz,

miro las paredes grisáceas,
las mismas carceleras de mi nostalgia,
lentamente encerrarme en mi penar,

sueño eternamente la mentira,
pues no puede se verdad la realidad,
no puede callar mi mente harta de pensar,

¿nada hay acaso en esta cruenta
 y embustera alcoba para mi?
y así el hedor de tu partida,
contamina el aire q eh de inhalar.

Y así me veo, mírenme, miren mi cuerpo,
que adolorido yace débil en el placar,
las puertas se cerraron con cerrojo,

y un sonido irrumpe el silencio,
 ¡pero todo es vano, inútil!,
solo puedo ver por el ojal de mi alma,
a las flores marchitas de llorar,

el ir venir de este péndulo,
que es la vida, me acongoja,
hoy  día a un lado, de mi lado,
donde la felicidad sonroja,

y de pronto tal vez de otro,
de el del vació y la nada misma,
afligida en mi sentir me pregunto,
¿que ah de ser de mi ahora?

Mi mente divaga entre las sobras,
que mis ojos creen ver,
pienso, que quizás no este tan sola,
¡no estoy sola como parecía ser!

el silencio ya no es molesto,
¿ o me habré acostumbrado a el?
Un momento, algo ocurre en el ayer,
quizás nunca te fuiste, ¡que dicha la mía!,

quizás solo lo soñé, ¡fue un sueño, si eso fue!
te eh extrañado demasiado…
¿que sucede? ¿Por que nada soy capaz de entender?

y con la mirada pétrea hacia lo infinito,
no te siento volver, VULVE!,
¿Por qué te has ido que ya no puedo hallarte?
y un leve palpito me dice que ya no volverás….


Irina Ayelen Videla.