Se que me escuchas por las noches desde el balcón
De tu habitación
Y por el viento viajan mis palabras
Mis susurros a tu alma en pena.
Se que me oyes cuando prendo un cigarrillo
En la oscuridad de mis lamentos y entumeciéndome
Los pulmones puedes escuchar mis
Tos tan aguda, tan enfermiza como mis pensamientos
Me oíste cuando de la desesperación
Al mundo le grité, que partía a otro
Sendero por esta vida, y secándote los ojos
No me oíste cuando dije lo mucho que te quería.