Pedro Verlaine

Aún...

 

Aún

me duele tu verso,

tu simulacro de palabras corrientes y molientes,

 tu retórica acidez de fuerza reticente;

de mi “no saber quién eres”,

aún ahora.

 

Y cada gota purpúrea

que desagua mi boca

confluye a pronunciar tu nombre:

en un charco andante de lava

te jactas del sueño,

aún ahora,

aún ahora que no hay tiempo.

 

La raíz de tu pluma

guarda centenares de espinas

y pocos besos:

cada beso, cien espinas;

cada espina, un nuevo adiós;

al adiós se le engulle una nueva bienvenida

de besos automáticos,

finalmente trágicos,

aún.

 

Tus letras no sanan mi herida,

llagan mi anhelo,

quizá, el perdido en sentencias,

esperanzas, noches y días, “como si fuera posible.”

 

Me encierro al canto crepuscular,

al vacío infinito de mi alma,

¿y la tuya? soñando, soñando puede ser.

 

Recorren los tabúes por el suelo

como buscando algo, -quién sabe-

 

No cesan mis ojos tus lágrimas,

los pasos que ahora son míos,

las noches que no llegan, los días que no pasan,

y sé que duele, pero quiero sufrir

al menos por amor,

aún ahora,

aún ahora que no hay nada.