ninoska80

Despacio

Despacio, en silencio te pretendo,

harta del calor y de la ausencia.

Un pensamiento, loco, repentino,

desparramado, con olor a sangre,

pudriéndose entre arterias clandestinas.

Cubierta el alma de pus y de miseria.

 

Sola me encuentro,

a puerta cerrada, evitando el polvo, el bullicio,

el vendaval y la pupila curiosa del vecino.

Apenas si se siente el aire rozando las mejillas,

como un beso a la fuerza, obligado,

que deja los labios, el corazón y el alma herida.

 

Cómo cambiamos de repente,

quizá en una noche,

en un amanecer o en una tarde distraída.

Dónde fue a parar todo aquello que sentimos,

en qué rincón del corazón está olvidado, perdido

como chereque viejo que botamos

y un día de tantos nos damos cuenta que servía.

 

El corazón es un pozo profundo,

capaz de perdonar, de amar hasta la muerte.

 

A diario, a cada instante te pretendo,

eres como un suspiro, como el viento que se pierde.

Como una piedra, capaz de lastimar la piel

y abrir heridas que dejan cicatrices.

 

Despacio, el corazón en silencio te pretende.

Todo queda como antes con una soledad de cementerio.

 

Extraño tu mirar, tu abrazo fuerte, el beso repentino

y tu insaciable necesidad de estar conmigo.