R.A.K.

Un Ășltimo presente

Quiero el olor maderoso; la miel viscosa y salada de la suave e inolvidable corteza; las finas terminaciones de las ramas talladas con maestría. Cientos de alas de mariposa fijadas con miles de alfileres en el alma, y aun con dolor por los pinchazos echar a volar los sueños; disfrazarse de ministro protestante, economista, arquitecto o indigente ebrio y vender litros de agua salada o cambiarlos por brillos de dientes y buenos recuerdos, saltar con una garrocha de lirios el gran muro de lo imposible, ese es mi deseo, ese es mi mejor regalo para ustedes.