JUAN IGNACIO GIMENEZ

Preguntas, demasiadas preguntas

 

¿Habrá un cielo bajo la tierra

donde los pájaros puedan al fin volar libres

y las máquinas de volar se vayan por siempre

y las máquinas de habitar no les abrume el paso,

un lugar donde los animales

corran libres por los campos

y se dejen atrapar

para ser acariciados por los niños,

para conocer un poco más nuestra naturaleza

o la de ellos

para al fin entender

que habitamos de igual modo

aunque ellos sean más felices?

 

¿Habrá un cielo bajo la tierra

o un lugar después de esta vida

donde no importen las edades ni la historia

ni vos ni yo ni él,

sino nosotros

donde al fin,

las agujas del reloj

se acuerden por siempre de mi

o de él

o de quien sea

pero que se acuerden

por fin de alguien?


¿Habrá alguien escondido ahí

adentro?