sotara

MAGIA DEL CAFÉ O DEL AMOR...

Te ame sin opción a otra ilusión, creí que había muerto y cuando percibí tu resplandor mas fuerte que la luz del sol mi alma sucumbió, los dioses me sonrieron y el dolor se esfumo por un momento fugaz, luego el dolor retorno, ahí donde esta tu presencia sinónimo de gloria, alegría, sueños, me vi desnuda y sin aliento había un mar de desconcierto y  llegaste tu… ahora déjame darte algo de mi, mis letras mustias, mis travesuras de niña consentida, mis sueños de mujer diferente, mi amor de solitaria completo contigo, déjame fluir para amarte, asfixiarte, soñarte, tenerte, perderte, para ser y no ser…

 

Te abro mi vientre, mi alma, mi ser, mis sueños, camina quedo así dice el poeta… disfruta mi risa huye de mi tristeza, busca mi universo de letras, camina el morro de mis amores conóceme, úngeme como el sacerdote que eres, salte de mi, que nada nos una aparte de todo lo que sintamos cumplamos el mandamiento Nerudiano, niégate, niégame no importa, el viaje es largo estaremos ahí mañana a un cuando el silencio nos rodee, seré tuya y lo que siento por ti será mío. No habrá nada antes, no habrá nada después solo el amo como el amor de los marineros de Neruda…

 

Iba caminando sin reparar en nada, como quien no tiene prisa, tan lenta la marcha de mis pies como quien va buscando algo que no sabe que es, escuchando al universo en aptitud de cazador, de fuga, solo agudice mis oídos, respire, me dolía inhalar el aire con todo el pasado que me trajo a ti, sentía un ruido de alas, mariposas doradas revoloteaban me pedían que las escribiera que las descubriera en mis letras, sabia que hace tiempo había amado a mi dulce niño de voz angelical: mi…. no se como se llama vez olvido pronto, pero sabia que ese mi niño no era mi cáliz, ese no era el torrente de letras, de rio, de catarata, tenia que seguir caminando y estar atenta solo observar, sin buscar sin esperar, solo sorprenderme con la emboscada del destino y por eso no quería ni deseaba tomar ninguna mariposa, ninguna flor colorida que con su encanto me hiciese perder mi brújula, para que tomar algo fugaz, efímero, desierto, hueco, si no me llenaba, no podía escribirlo con el cincel de mi esencia y el polvo del olvido lo cubriría, besos, cuerpos, pasiones, coqueteos todo tan vacío sin alma, sin entrañas, sin el frenesí de mis manos  sin el deleite de mi tinta y en un café no solo halle la mariposa, si no la huella de la genialidad, la sutileza del aire, el suspiro  universal, tus ojos de tiempo, mi amado, mi bendecido… como me gusto ese café…. quizás mañana lo invite yo….