Mar Maria

UN PUENTE MUY LEJANO

Cuento un cuerpo, una vida,

acércate pues vida mía,

mira que te lo cuento,

tras este puente,

fronterizo y cercano

que la libertad lo esconde

no en quimera de pasiones.

 

Enardecidos quedan mis labios

en un estigma de exaltaciones,

abre mi boca, ¿no ves que aún respiro?

muerde mi olor y lascivia

deja la ofensa y agravio,

deja el chantaje,

¡deja!

 

Mira que muerdo tu beso,

cuando siento tu rostro, un gemido,

tras aquel puente lejano yace perdido,

entre las rosadas plumas,

la libre emoción que un día robé,

en aquel, mi lugar, tu lugar, conmigo.