Robert Goodrich

A UNA MUJER HERMOSA

A UNA MUJER HERMOSA


 


POR: ROBERT A. GOODRICH V.



A mí madre.



No es preciso sacarte del jardín


para hacerte florecer en el poema.


No sé por qué surgió el atroz dilema


soñando con la rosa y el jazmín.


(Del Soneto: Loan Sonnet,


César A. Young Núñez, Panamá).


 


 


Estos versos van dedicados a una mujer hermosa


a un ángel que está conmigo en las buenas y en las malas


qué comparte mis sueños y metas


y que siempre está allí cuando más la necesito.



A una mujer hermosa van estos versos cargados de amor


qué salen de lo más profundo de mí corazón.



Tú sabes que eres tú la dueña de mí corazón


la única y maravillosa, mí ángel, mí luz.



A una mujer hermosa de ojos cafés y cabello castaño


van dedicados estos versos de amor


qué brotan desde lo más profundo de mí corazón.



Te doy una flor y mí corazón como la más grande prueba de mi amor.



A una mujer hermosa dedico estos versos llenos de amor


y esa mujer está siempre conmigo en mi mente y mi corazón.