Chretién de Troyes, ¡a vuelta andamos!
Tú con tu carreta, tu grial…
yo con mi nefasta indecisión.
¿Qué tiene el amor que tanto trastoca?
Si mayormente con la paciencia carga...
(Por cierto, ¿lloverá de una vez?)
...dando patadas al viento
¡coces de desasosiego!,
donde el aire rompe.
Ni espero a húngaros ni a mecenas,
ni juegos de niñeras en campiñas,
no quiero océanos con escondites.
Mejor será aplicar la realidad
esa otra posibilidad,
difícilmente andará sobre la mar esta mortal…
(¡Deliciosos están estos huevos fritos con pan!)
Huele a calma impregnada en paz,
mece doña serenidad ese reloj de arena,
filtra grano a grano su esencia.
Y ahora cerraré los ojos...
pensaré un deseo...
tal vez funcione... Tal vez...