Fernando Curiman

Ironía del loco, del viejo, del viejo joven.

Quiero verme acurrucado entre las páginas de un solsticio.

Y entre sus llamas recorrer flotando la fragancia indómita de tu cuello,

Mi hogar eterno, invisible palacio guardián de suspiros,

Cuida, guarda, protege los besos de aquel vagabundo poeta".


Después de todo no te conozco.

Después de todo no existes.


El corazón girando, gritando, riendo esquizofrénico

Se lanza entre pistilos buscando, encontrando, perdiendo.

Locura misma, rancia palabra te haces caleidoscopio

(Y en la ventana duermes muchacha hiriendo los aconteceres del tiempo).

Tengo girasoles colgados al cuello, y un racimo espinoso, venenoso al pecho.


Cadenas, cadenas sociales, televisivas, holywoodenses 

Locura misma.

Rancia palabra te haces caleidoscopio

Aplaude mi razonamiento, apláudelo con ganas pues yo soy la estrella


Abrazo mi guitarra y los zorzales,

Abrazo la plaza y nuestro silencio

Abrazo tu ausencia y le fabrico altares.

No te conozco, no te miro
No te siento, no te respiro.

Porque no existes, porque no existes.