Herrera Andreyna

ELEGIA AL GATO PERDIDO



Con
el maullido despiertan las auroras,



con
el ronroneo duermen las estrellas,



como
olvidar sus ojos celestes,



celestes
como los espirales de Saturno,



que destellaban de luz, en la oscuridad.



 



La
leche fresca aguardará,



los
balcones solitarios lo esperarán,



al
gato siamés, perdido.



Las
noches de infinito desvelo,



el
eterno insomnio fiel,



esperará
que vuelva él.



 



Ni
los cartuchos se comparan con él,



el
pincel de lágrimas,



delinea
su figura esbelta curvilínea,



en
el claro de su cuerpo, y en…



lo
oscuro de su cara, orejas, patas y cola.



 



Ya
la bola de lana esta con telaraña,



desde
que él no está aquí,



y su
cuna esta empolvada,



ya
no hay nadie que haga travesuras,



ya
no hay el cálido ternura del gato.




























Sus
garras están tatuadas en la madera,



su
sollozar está tatuado en el alma,



los
sueños gimen dolor;



esperando
su regreso,



esperando
su regreso…



 



¿Dónde
estás gatito, donde estas?



la
puerta abierta te esperará,



esperando
que vuelvas a entrar;



y
las flores revivan con tu vida



y
las luces del amor se irradiarán.



 



¡Regresa
gatito!



regresa
gatito de raza siamés



¡adorado
gatito!, ¡regresa por favor!