efraguza123

ALQUIMIA DEL AMOR

Que nunca se les olvide a los notarios del cielo

el pacto de los dos sellado con el rocío de luceros

sobre esa página de insondable infancia de los besos.

 

Ante los ojos aterrados de frondosos árboles

el crepúsculo nos cubría para protegernos de la envidia

que en jirones de sombras pretendía que el amor

como la ola sobre la playa añicos se volviera.  

 

Podrían decir que la mariposa del amor nos poseía

y en gritos de imperiosa dicha al aire se lanzaba

para susurrar en todos los rincones su misterio

y dejar la estela de esa magia que los arreboles

en el óleo de los cielos llenaba de joyas abultadas.

 

Tal vez no verían con buenos ojos como dice la gente

que la alquimia del amor fuera para nosotros el secreto

y  que las provocaciones iracundas del tiempo

ni siquiera molestara el  translúcido reflejo de la cópula

que en el umbral ahogaba las voces con fuerzas y deseos.

 

Eran días en que a la luna respondíamos con fuego

y a la risa con el sutil lenguaje de los sortilegios.

Las alcobas donde dormitábamos resplandecían

con nuestras oportunas palabras y silencios.

Nadie apuraba la cosecha fecunda de corolas  

y en las líneas de la mano el futuro sonreía

y con los brazos abiertos salía a nuestro encuentro.

 

Pero los enemigos del amor y las recetas de insidiosas lenguas

acabaron por horadar la tranquilidad del aposento

y a las palabras cargadas de milagros y canciones

siguieron los reproches y en la sala el hollín de la noche

envolvió a la mariposa y a nosotros con su frío cuerpo.

 

Ahora los que nos acusaron ante los notarios ríen

mientras nosotros cansamos los caminos

con la rudeza de los pasos y  el hedor del olvido.

Efraín Gutiérrez Zambrano

De su poemario Alquimia del Amor