Fernando Curiman

Soy anarquía.

Hasta que no me despierte un día bocabajo abrazaré con fuerza los gritos eternos de mi escritura maldita.Maldita como la noche, como los peces, como la música. Cuento la vida con pájaros porque soy un ermitaño andrajoso del sonido permutador. Soy el viento que recorre palpitando las piernas noctámbulas de la locura hermosa.

Juego ajedrez con Sócrates en una mesa llorona. He despertado en la mañana con un atado de política desconcertante colgada al cuello marchando con el proleta cansado, cansado de estar cansado.

Tirando un ramo de flores negras a la moneda. Soy muerte, soy tragedia, soy todo lo cósmico que vomitaron los antiguos vagabundos. Respiro las hectáreas afónicas de la tarde lluviosa, recorro en mi barco metálico las montañas de oro azul resplandecientes. Iluminantes, iluminantes tempestades aparecen en tu cuello blanco mujer. He osado desnudar sonámbulo aquel espíritu vibrante de la fogosidad pura, inexistente, inexistente LIBERTAD DEL HOMBRE.!!! Despierta que da rabia tu noche, léeme, mastúrbate, llora, sangra, sangra, lame mi sangre despacio, déjate caer acá en las sábanas azules del universo transversal a la carretera descompuesta, DESPIERTA, LEVÁNTATE Y GRITA!.