efraguza123

Símbolo sagrado

Fue en los parajes invisibles

y ensoñadores del amor

donde aprendí que los besos

pueden ser apócrifos

y tener para el incauto amante

el sabor de insospechada vianda

que con el paso sin prisa y sin pausa de los días

termina por darnos

en la menor de las sorpresas

los acostumbrados síntomas

de ligera pero mortal indigestión.



 Pero en ese lecho de amor herido

por el fatal cuerpo de los ósculos

no puede ir a parar la galera de tesoros

que se esconden

en la unión de esas aguas cantarinas

de ríos y de piélagos

que desbordadas de pasión

hasta los cielos suben en flamas del incienso.



 No sé, y por eso pido ayuda,

que alguien me saque de la duda

o la ignorancia que nos hace olvidar

ese bosque de arpegios azules

donde el sello de las bocas

es un símbolo de luz que a los árboles

ilumina en medio de la noche

que sin ojos nos vigila

pero que ante el lucero que titila

nos brinda el majestuoso goce.


 

Por eso no entiendo, lo repito,

que los humanos pongamos en el beso
el pincel que da forma a las caricias

y que pinta sobre la cresta azul de la montaña

la promesa que no se ha de cumplir

y que al amor mata y engaña.

Efraín Gutiérrez Zambrano