clonariel

ANCESTRALES

Calladas lámparas, callados otoños hemos existido.


Estrellas fecundas nos bendijeron.


Brincamos de cielo en cielo


hasta un horóscopo abundante.


En puros palacios nos amparábamos,


morada apacible el crepúsculo desordenado.


 

De fuente en fuente de oro,


entre destellos carmesí y oleajes navegábamos


en nuestra barca festival. Raíces de luz


crecían en el jardín del universo,


los abismos se enredaban...


 

Rociados de constelaciones


empezamos amaneceres fragantes sobre muelles


y livianos bosques y tundras silenciosas.


 

Paso a paso en opalinos horizontes


tejimos tantas alas…


 

El trashumante mediodía en su ritual desorientado


desplegó callados trópicos y anillos de eternidad


sobre nuestras finas residencias.


 

Remontamos todos los planetas,


todas las corolas del firmamento,


mariposas de hielo en campos invernales.


Únicos, confusos y expectantes como cometas visionarios.


Apacentamos trigos y escarchas.