han-jael

el beso

Después de tanto tiempo sin verte,

he aquí los dos de frente;

sigues siendo tan precioso.

Tu sonrisa,

tu sonrisa tan bella

y radiante

es para mí

como el amanecer en las montañas

tan cálida y reconfortante

a mi alma.

Tus ojos aun tienen ese brillo que,

a pesar de los años que han pasado

no se ha perdido.

Te busque mucho tiempo,

pregunte por ti a varias personas,

conocí a perfección la ciudad por buscarte,

pero al fin te encontré

cuando te sentí perdido.

Siempre pensé en ti,

te recordé tal

y como cuando te deje de ver.

Era necesario darte un beso.

Necesitaba besar esa boca tan rica,

tan suave y tan fresca,

fue una delicia ese beso,

aunque efímero,

comparable a la eternidad

atrapada en un segundo

que me pudo

trasladar a una dimensión

insondable de emociones…

solo felicidad y satisfacción,

algo que no se repetirá.