ezequiel hugo

Ante ti

Noble ante tu presencia sentíame,

héroe de esos días

cuales brindabate sin viril porfía,

placeres caducantes.

 

Alisando,  luego de separar

aquel rizo que colgaba debajo de tu cuello,

dejé caer precisa a la mano

acariciadora, de inevitable figura.

 

Entonces fue, que sinceros tus dedos

rozo a mis mejillas aún no tan rojizas,

a las que juzgué de manifestaciones

compulsivas, delirantes, provocativas.

 

Amable, noble ante ti me sentía

invocando teorías deslocadas,

deseosas de cortesía.