migreriana

El asado


 

Acudo a Usted, Señor amor, aquì, en este estadìo,

en un estado de hipnosis ,casi sinestèsica,

entre el olfato y la mirada lisonjera,

voy degustando su agasajo.

 

Y  Usted me dice que se queman,

los carbones que me encienden y me alejan,

y  yo reclamo sus honores,

en una tabla de madera.

 

Asì nace esta ceremonia demorada,

mis secretos van a degustar su obra,

y desean volverse verbo, escuchar el cuchillo,

asediar ese manjar, llevarlo a sus labios,

cerrar los ojos, y decir: asado mio, tuyo, nuestro.