RICARDO ALVAREZ

SIN ROGAR - de crepusculo

 

 

Antes de recorrer tus ojos de profundo río

se helaban en vano mis párpados,

la niebla transitaba

como una vagabunda palabra de temblor y

las densas brumas

eran mis aguas sin conquista de lagos.

 

Al destino de tu cintura

fue nadando mi gesto de sonrisa,

cuando metió su mano el esmalte adhesivo,

como si la vida nos uniera por el vientre.

 

El amor quedó allí en estanque,

la silaba quitó la palabra y

en un mismo idioma

habló la ternura con tea voz de exterminio

a los pesados caballos del mástil.

 

El hoy levanta su hocico de mirada y

la paleta nos halla

transitando el blanco de hebras

donde penetran intensos

nuestros cabellos de dura batalla,

sin rogar a los oscuros ni una única plegaria.