RICARDO ALVAREZ

HOMBRE ARTISTA - de anuario

 

 

Afable hombre de puro corazón sangre

que la vida te ha abandonado

como un desierto de arena cremado/

Con la rusticidad del cardo y la memoria de la negrura/

 

Sé que todas tus pasiones venían del fuego,

del campo de los cedros, de los ruiseñores del bosque

donde sabio caminabas

como un alquimista de historia/

Conocedor del silencio de la piedra

y los clamores de la flor viva

danzando la melancolía del cielo

en su magia de arpa llorosa/

 

Todo hablaba desde tu voz y cuando los ecos

retumbaban su atabal de dominio

tu escribías las perlas de agua

en las palabras detenidas del verso/

 

Hoy comprendo

que fue la lira iluminada

que te guardó sábanas blancas

entre la paja entrañable de los nidos/

Adiós hombre afable...

Amigo de las rosas legendarias,

de las violetas y las gardenias anticipadas

encintas de oro por las coronas desplumadas/

Donde vaya tu voz y tu oído

a guardar la lisura de la seda/

De día irá mi pena/

De noche llevaré la calma de tu maestra sabiduría/

Eterna vela escondida donde el aire sostiene

las plenitudes paradas en tu mano artista/