Kaire

Memorias de un soneto

Observando las nubes de algodón

saboreando el ocaso nacarado

oigo un susurro que rasga el viento

helado, apesadumbrado, lo siento.


Pero solo soy un espectro de mares

que naufraga en las fuentes del recuerdo

sola, seca y machita me encuentro

vagando por haces de luz, es cierto.


Incendio el hilo que nos adormece

en un bosque lleno de espejos tristes

tallados en un pecado del alma.


Y atado mi ser a un muelle eterno

a un sinfín de palabras encalladas

duermo en océanos del sueño imposible.