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Se secaron las risueñas mañaneras
ya nada hace endeble su corazón,
despertaron las malignas calaveras
que siegan la justicia y la razón.
Si ¡oh Patria! Las sombras invaden
tu gloria, honor e hidalguía,
muera pues mi cuerpo y paguen
los injustos su tonta ironía.
Sea siempre ¡Tu Patria y la gloria!
tu riqueza es envidia del mundo,
protege a tus hijos señora,
hazlos libres por siempre, un segundo.
No temas que nunca el tirano,
ha de hacer su brazo hacia ti,
ni su yugo intente en vano
conquistar a tu gente por fin.
Tuve un día un sueño bendito:
ver mi patria siendo la primera,
mas si amarte fuera un delito
vería el mundo mi fuerza en la guerra.
Bolívar fundó la justicia
y Sucre a España venció,
la mente cortó la malicia
y el coraje el yugo rompió.