En este amanecer oscuro
donde las almas se inhuman
el sol, más tarde es de cianuro
y los árboles ruegan que se les excluyan.
Caminos con charcos
y hojas secas no despejan
las almas ya vienen en arcos
y no saben en que hora las dejan.
Fríos infernales no sienten
luz de amaneceres los ciegan
sacristanes malditos les mienten
para llegar al destino, no alcanzan.
Sus seres queridos despiden
con cánticos y alboradas
en toda la madrugada temen
que a la vida eterna no lleguen.
Aún su herida no sanan
y no saben que su sangre es vana
y tan solo un beso los desangran
después de todo los descarnan.
Vuelos y viento ahora
al cielo suben todas las almas
su inhumación ha sido en hora
y las oraciones las ayudaron más.
Sacrosantos sepulcros de horror
más sin eso no hay temor
se sacudieron las almas de humor
y descansaron el paz...
...solo un momento de eternidad.
Luz Adriana Vargas Fonseca
Luna AnRo.