RICARDO ALVAREZ

EL AVE - de anuario

 

 

 

La extraviada gaviota azul

posó su vuelo de lejanía

al mástil ornado de tela y bronce del

imperial barco de los atrevidos océanos.

 

Su cuerpo de ave

penetró el hueco dorado de la bruma/

Las nubes doblaron

sus rodillas verticales con asombro/

La gaviota desplegó su amplia envergadura

luciendo el brillo de algodones/

 

En los sonoros rumores de la espuma

batía la ola su música/

El viento soplaba

su fuelle de eco interminable.

 

La dama azul

giró su cuello de collares,

enderezó su oído de seducida caracola...

Y así dormitaba/

Soñadora/

Acurrucada en tantos brazos melódicos/

 

En una distancia de país sin nombre

halló su valor de importancia/

La razón de su pluma y “ser” cobijado.