RICARDO ALVAREZ

VOLCAN y LAVA - de azul intenso

 

 

Con una larga dentellada

devoro tus muslos eslabonados

hasta el vientre del trigo y su miga,

cama de lana reposa mi pilosa piel

en la lenidad de almohada de tu pubis.

 

En disparo de rayo

mis dedos de falange instruidos

van como patas caníbales de ejercito apícola.

Reptan a tu boca donde la antigua serpiente de eje

armaba el seductor manzano de las simientes nacidas.

Manada blanca de potros

galopan las salientes herraduras

en mis dedos de alambre flexible de la plata extraída

y destellan sobre tu pecho argento.

 

¡Oh, amor!

Olvidé tu ingle de ángel verde

donde duermen los noctámbulos planetas

sus nardos de celeste y noche.

 

Desciendo en vuelo y mirar de cóndor estable,

con la vista de la inquieta hambre y un festín,

veo el temblor crepitante de tu base de pies

del cobre a la erupción de lava

explotando los volcanes de tu boca.