mileniumiii

Reflexión

La vida se me escapa entre las manos,
los años me pasan la factura
de sostenerme aún con vida.

Oceanos de lágrimas me separan
de la persona que amo y añoro.

Intenté olvidar, intenté suplantar, intenté escapar.

Y el desorden se volvió un caos,
y del dolor nació el sufrimiento.

Pero un día,
una desgastada imagen de una pequeña estatuilla
me detuvo de golpe desde su silencio eterno,
desde su postura inmóvil y desde su gesto sereno.

Ante la misticidad de esta imagen
mi corazón le dijo a mi mente "reflexiona, reflexiona, medita, medita",
era la imagen del propio Buda,
de nuestro único y verdadero Maestro, del inigualable,

¿Y cómo podría no escucharlo? Si quien hablaba era el mismo Buda,
pero no el de la estatuilla,
sino el que todos llevamos dentro de nuestro corazón.
Esto es el budismo, reflexionar, reflexionar, reflexionar
hasta encontrar la verdad.

Maestro Igeul Seon-Oe