Fredy Maldonado Cordero

DULCE OPORTUNIDAD

Dulce sueños concebidos con ternura,

son prodigios de mi alma soñadora,

esperanza de mi vida en cada aurora,

melodía derramada con dulzura.

 

Son impulsos que he donado sin medida,

a los seres que he rodeado con amor,

aún haya sido menester sufrir dolor,

fiel ha sido mi promesa ofrecida.

 

Más mis ojos han sido sorprendidos,

con escenas portadoras de blasfemia,

cruel verdad que se ha vuelto epidemia,

en el ansia de poderes pretendidos.

 

Se ha ignorado lo afable de la vida,

se ha manchado el honor perecedero,

con cruel impulso de infame carnicero,

se destruye la criatura apenas concebida.

 

Muerte… Si, muerte. Consigna desgraciada,

de abortiva y estúpida intención correctiva,

en supuesta actitud liberadora e inofensiva,

en la farsa pecadora de una vida mancillada.

 

Inaudita concepción de incierto amanecer,

que se viola desde el derecho a su existencia,

limitada acepción de virtud y de conciencia,

asesina de la vida en defensa del placer.

 

Con sigilo de monstruosa prepotencia,

se corrompe la virtud de la santa entraña,

motivada por el germen de esa fuerza extraña,

holocaustica dádiva de satánica influencia.

 

¡Basta ya!, de ignorar el grito silencioso,

que se aferra fuerte al amparo maternal,

es un hijo, es tu hijo, no es un simple animal,

es la vida que clama su derecho más valioso.

 

¡Déjenme vivir!, es la súplica esperanzada,

ee una voz que ansía ser la portadora,

de la mágica y admirable efusión creadora,

en tibieza mágica de una nueva alborada.

 

Bendigamos las vertientes de la vida y la luz,

que iluminan el santuario a la existencia,

en el nombre de Aquel que con magnificencia,

en sacrificio amoroso se entregó en la Cruz.

 

¡Oh!, santa inspiración que sustenta mi deber,

y que me impulsa a una entrega sin temor,

amparado en la fe que me estimula con fervor,

a luchar inmutable por el derecho de nacer.

 

Sé tú también un obrero de la faena creativa,

propiciando la protección de la vida candorosa,

apartando la intención cruelmente peligrosa,

que atenta contra la criatura apenas concebida.