BlackVizard

(- "sImEtRíA aBsTrAcTa"; CuAnDo El InSoMnIo NoS dOrMiTa En LaS mAnOs... PD: Léeme el poema que ha recorrido tu vida -)

No comprendo lo que me susurra la acera... las voces de luces ensordecidas venidas desde la deriva que flota,mirando al destino hallar el pasado desaparcido entre sus vidas... en estancias adheridas a ostras vacías...

 

Lo asimilo, no he des estar mas aquí... siendo, menos que una osamenta artificial de diamantes desechables.Perduro... muy dentro de la costura cerrada de la noche, a solas con inspiraciones sin oídos... suspendidas en el laurel tallado que pasea por el inconsciente taciturno...

 

Me encuentro desidioso, entre aquellas luminiscencias solitarias contempladas por las ansias confundidas, en el éxtasis que me quede soñando, a lo orilla sigo... memorando las vislumbres clavados en el manto que descubre tu ceguera, si... ella, tu única silente compañera, tuya orador cabizbajo pintor de silencios... acupuntor de caminos olvidados.

 

No sé... a veces pienso de forma muy incongruente, que el mundo se detiene y se sienta... a sentirse vivo, y cesa el gotear de mi mente, ¿Acaso las ondinas se bebieron el cielo...? en el mismo instante en que me pregunto ¿ Qué es lo que ata a las estrellas a quedarse arropadas en el lienzo nocturno..,? luego llega un ilustre momento que alcanza con su amanecer al pastor de estrellas, el que las hace recostarse con el alba... paralelo a la luna, igual de inefable...

 

Ha disminuido el latido de un solsticio adormecido a los umbrales del crepúsculo menguante... constante y tangente... bosquejo la llovizna que seca el viento de este lado de la tierra, el de mis perfiles asimétricos, como el corazón que sirve solo de alfiletero.

 

Intentando leer las pisadas de la gente encontre refugio en mi ausencia... en los desiertos azucarados evaporados por las yemas, yo... juntando los astros, más solo a los que han olvidado el color natural de sus hechuras...

 

En mi receso... corro, como solía hacerlo a los corredores blancos de mi vidas en los que me quedo... durmiendo el llanto de mi violín rasgado, después de que amanezco entre sus cuerdas teñidas... como dormitante entre realidades disperso, tenuemente amedrentado... lo suficiente para sorber una copa de brisa... y lloviznas cosecho... aunque la noche escasea, prosigo rodeado de mi ropaje de clara arena, voy por doquier... hasta donde la música enmudece los sonidos que he pavimentado en mi inusitado fantasía...

 

Sumerjo la vista y diviso, nubes de concreto junto a rocas de algodón zurcido... sostenidas en la curvatura de un océano de casimires armónicos, así se pule el horizonte prelado, cuando cabalgo en el pulso de la faz que todo lo toca.

 

Siento a mi reflejo, escribiéndose por fuera del vidrio empañado... en el que me veo, pues ahora la calma reviste el desvelo... sobre luces por delante y estratos del pensamiento por detrás, se cuelgan los hilos de sentimientos  claros... que te delatan, en el lugar donde guardo el silencio... silencio que desdibuja anted de que puedas escucharlo...

 

Surcando la fugás estela nacida de grises estrellas subterráneas...mismas que deleitan el vaivén del debreye oscilante con los remaches de tus recuerdo que aún rueda, nada predico y así avanzo delineando el anclaje ya mencionado de las estrellas... aclarando las luz en el papel bajo  la espiga de un matíz evanescente.

 

La inconsciencia se mira desde afuera, pero a través de concesiones y lagrimeos entre pastizales hilados a mano... haciendo acto de presencia los punteros magnéticos enredándose en los libros que nacen... de las hojas que yacen sobre raíces al viento, sucesos escritos en progresos minúsculos por alas con rostro de lluvia...

 

Agujereando las quimeras enramadas a las desnudes de las mañanas, fraguadas en el techo interno de mi habitación... cubierta de catas de ébano, como el tinte del fauno, residente de donde las paredes salpican...inspiración surgida de sus pies.

 

El sociego me frecuentaba en esos campos que no volví a ver... y dibagando con mis sentidos fui de visita a la puerta de mi casa... acrecentando el polvo cenizo de musitadas faenas... ahh, desde este punto no se describir  los lares siguientes a los que viajó este sueño.