Gustav Steiner

No es lugar extraño...

No es un lugar extraño que persigo,

es la sonrisa blanca de la vida.

He hecho al orgullo mi enemigo

al quererte tanto, consentida.

 

¿Dónde está aquella querida

que con suaves cabellos miro?

¡Está oculta en la arbolada

del olvido que yo admiro!

 

No es que yo no le tiro,

ni que pudendo sea un cobarde,

es simplemente que al suspiro

pienso: "Loco soy que alarde."

 

No voy a negar que quiero amarte

en las paredes de mi corazón,

pero, ¡qué teso es dominarte

y que conmigo halles razón!

 

¿Cómo no desear ser un ladrón

y tú una flor de primavera?

¡Feliz yo sería un jarrón

con amor de tu oscura cabellera!

 

¿Qué puedo yo decirte, mi vida?

No sé si eres amiga o salvadora

del triste mundo en mi mirada,

mas yo se que eres soñadora.

 

Y digo, con sincera empresa,

que poeta soy, músico y loco,

y si esto no basta a tu belleza...

¡Al menos ódiame un poco!