ROV

El tesoro de cada lágrima

No llores, mírame a los ojos

deja que seque con mi alma

tus imágenes de espejos rotos.

Deja que sea mi profunda llama

la que lave tu triste rostro,

que sean pañuelos mis palabras,

y refugio cálido mi hombro.

Ven, acércate, déjame secarlas,

y eliminar ese estorbo

que quita luz a tu mirada.

Ven, acércate, deja ese lloro

que ya no tengo, mi amada,

espacio para guardar el tesoro,

de tus lágrimas derramadas.