Tres cuentos de Navidad

No soy una fanática de las fiestas; de hecho no festejo la Navidad. Sin embargo, algunas historias navideñas sí que me gustan no por el espíritu festivo que hay en ellas sino porque rescatan ciertos valores importantes.

En el artículo de hoy les traigo tres historias de carácter navideño que espero les gusten.

Canción de Navidad, de Charles Dickens

Voy a comenzar por Charles Dickens, un autor que supo captar a la perfección el espíritu de la Navidad. Alguien de quien no podemos prescindir cuando se trata de buscar títulos navideños. En todas sus obras la Navidad es uno de los protagonistas; de forma intensa como en el cuento que les traigo o como una fecha significativa en el desarrollo de la historia.

El cuento de Dickens que he escogido es «A Christmas Carol», «Canción de Navidad» o «Los fantasmas de Scrooge». Dependiendo de la traducción este cuento recibe esos tres nombres, pero detrás siempre está él, uno de los genios de la literatura inglesa, Dickens.

La historia se centra en la vida de Ebenezer Scroogee, un hombre de edad avanzada que está totalmente en contra del espíritu de la Navidad; tal es así que vive encerrado en un enorme caserón y durante las fechas navideñas no sale para nada de su casa con el objetivo de no toparse con esa alegría y la festividad que invaden las calles del pueblo donde vive. Su sobrino Fred siempre lo invita a que pase la Navidad con él, sin embargo Scrooge pasa los días de Nochebuena encerrado en su casa.

El día de Nochebuena Scrooge recibe la extraña visita de tres espíritus navideños: el de las navidades pasadas, el de la Navidad Presente y el de la Navidad Futura. Ellos le muestran a Scrooge aquello que se está perdiendo y a la vez señalarle aquellos errores que ha cometido a lo largo de su vida, que ha hecho que la gente que lo quería o confiaba en él la pasara mal.

Después de esa experiencia algo pasará en la vida de Scrooge, pero es todo lo que diré. Es una historia maravillosa que no deberían dejar de leer. Y, por cierto, hay una adaptación al cine del fabuloso Jim Carrey que también es imperdible.

El príncipe feliz, de Óscar Wilde

Otra historia que siempre vuelve en esta época es «El Príncipe Feliz» de otro autor maravilloso, Oscar Wilde. Es una historia que nos ha alegrado la infancia a todos.

Esta historia narra los acontecimientos en la plaza central de un pueblo de Inglaterra en el que hay una estatua de un príncipe cubierta de oro. Pero detrás de esa imagen fría y lejana había un corazón que sufría por ver la impresionante pobreza que le rodeaba. Así que, con ayuda de una golondrina, comenzó a repartir oro a los pobres. Así comenzó la relación entre el príncipe y la golondrina.

En esta historia nos topamos con esa ternura tan característica de Wilde en una narración cuidada y con profundidad. Una bonita forma de recordar los valores que realmente importan, en estas fechas donde parece que lo único valioso es recibir regalos y llenar la casa de luces artificiales.

La vendedora de cerillas, de Hans Christian Andersen

La tercera historia es también muy conocida y llena de ternura. Se trata de «La Vendedora De Cerillos» y es de otro autor indivisible de nuestra infancia, Hans Christian Andersen.

En esta historia nos encontramos con una niña que vende cerillas en la calle. Va descalza las frías noches de Navidad porque no tiene dinero para comprar calzado. En sus manos lleva un montón de cerillas y siente profundos deseos de encenderlas pero son para vender. Pero nadie le compra ninguna.

Desolada se sienta en el alero de una casa y decide encender una. Ese calor la transporta a emociones e imágenes que le permiten irse por un instante de la fría calle. Así va encendiendo una a una todas las cerillas hasta que vio caer del cielo una estrella y recordó que su abuela le había contado que cuando una persona muere una estrella desaparece. El final del cuento es absolutamente conmovedor por lo que les recomiendo que no se lo pierdan.

A través de esta historia, al igual que Dickens y Wilde, Andersen intenta hacernos reflexionar sobre los valores importantes de la vida. Un cuento que nos obliga a pensar en la compasión y la empatía dos conceptos que en esta realidad vertiginosa en la que vivimos parecen carecer de importancia.

Con estas tres historias no intento despertar en ustedes el espíritu navideño ni mucho menos, simplemente aprovecho la ocasión para regresar a esos clásicos que siempre pueden aportarnos maravillosas enseñanzas y lecturas.