Ibón Martín es un periodista y autor de guías de viajes, nacido en Donostia, que hace unos años tomó la decisión de dar un nuevo giro profesional. Así, después de mucho pensarlo, se animó a convertirse en novelista. Y desde luego, por lo que podemos comprobar, tomó una decisión muy acertada.
Por el momento sólo ha dado forma dos libros de ese tipo, pero ambos tienen calidad y resultan muy atractivos para el lector apasionado de las historias de secretos, intrigas y acción. Así que si tú consideras que lo eres, no dudes en disfrutar de estas dos obras:
El valle sin nombre
En el año 2013 fue cuando se publicó esta novela histórica, que sitúa su relato tres siglos antes de que dé comienzo la Revolución Francesa. Un momento en el que los campesinos vascos están cansados de la situación en la que viven, de ser oprimidos constantemente por sus señores y de que estos actúen a sus anchas haciendo y deshaciendo a su antojo, dando siempre el mismo resultado: los de abajo son los que sufren.
Entre toda esa población que trabaja en el campo se encuentra Aitor. Este es un joven que cansado de vivir de esta manera decide huir para alejarse lo más posible de su señor. Y al hacerlo no es consciente de que no sólo está intentando cambiar su destino sino que se convertirá en el referente para otras muchas personas en su misma situación.
Así, sin pretensión de ningún tipo, para a ser el ejemplo de cientos de campesinos que están hartos de estar sometidos y que intentarán luchar por cambiar las cosas.
El faro del silencio
La segunda novela de Ibón Martín hasta el momento es esta, que vio la luz en el año 2014. En este caso, no se trata de un relato histórico sino que se enmarca dentro del género policíaco y de misterio.
La protagonista no es otra que Leire, una escritora que un día, por mera casualidad, descubre el cadáver de una mujer junto a los pies de un faro. Una circunstancia esta que convertirá a aquella en la principal sospechosa de ese atroz crimen, que tiene una particularidad: el asesino se ha llevado la grasa del abdomen de su víctima.
Leire, por todos los medios, intentará demostrar que nada tiene que ver con el asunto y eso hará que inicie una investigación por su cuenta, paralelamente a la que está llevando a cabo la policía. Así, empezará a atar cabos, a hacer preguntas, a conocer más a fondo a la fallecida…Y todo eso desembocará en un aluvión de información, donde toman protagonismo desde conspiraciones familiares hasta intrigas y secretos ocultos durante años.
Pero aún hay más. La protagonista descubrirá que el asesino actual no es más que un imitador de otro que mantuvo en jaque a la población de Vitoria durante parte del siglo XIX: el Saltamantecas. Un hecho este realmente curioso y difícil de comprender para la mujer, que además se colocará en el punto de mira del criminal lo que podrá convertirla en la próxima víctima.
Dos historias muy diferentes las planteadas por el autor, pero igualmente interesantes.
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