Hugo Lindo (1917-1985) es uno de los grandes escritores de la historia salvadoreña. Sus aportes a la vida cultural de su nación lo trascienden ya que incluso algunos de sus descendientes lograron dejar una huella: entre ellos, el poeta, novelista, cuentista, ensayista y dramaturgo Ricardo Lindo Fuentes.
Nacido el 5 de febrero de 1947 en San Salvador, Lindo Fuentes pasó su infancia en distintos países por el trabajo diplomático de su padre. De este modo vivió en Chile y en Colombia antes de regresar a su patria, donde completó el bachillerato. Los estudios superiores, por otra parte, los cursó en España y en Francia, formándose en Filosofía, Publicidad y Psicología.
De vuelta en El Salvador, Lindo se centró en la creación literaria y en el desarrollo de funciones de gestión cultural. Sus primeros pasos en la literatura, de todas maneras, los había dado cuando tenía 10 años y logró la publicación de algunos poemas.
El libro de cuentos “Equis, equis, equis”, aparecido en 1968, fue su ópera prima. “Cuentos del mar”, “Lo que dice el río Lempa” y “Arca de los olvidos” son otras de sus obras de relatos. En el terreno de la poesía, Lindo publicó “Rara avis in terra”, “Las monedas bajo la lluvia”, “Injurias y otros poemas”, “El señor de la casa del tiempo”, “Bellos amigo, atardece…” y “Jardines”.
La producción de Lindo también incluye novelas (“El canto aún cantado”, “Tierra”, “Oro, pan y ceniza”), obras de teatro (“Ajedrez”, “El nacimiento de la flor”, “Prudencia en tiempos de brujería”) y ensayos (“La pintura en El Salvador”, “El esplendor de la aldea de arcilla”, “Morería de papel”).
La dirección de la revista ARS y la docencia en el Centro Nacional de las Artes (CENAR) son otras de las actividades que desarrolló Ricardo Lindo, quien obtuvo el Premio de Cultura Lic. Antonia Portillo de Galindo. Su fallecimiento se produjo el 23 de octubre de 2016, a los 69 años.
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