Pocos dudarían al afirmar que el poeta español Pedro Lezcano Montalvo es canario. Su nacimiento, sin embargo, tuvo lugar en la ciudad de Madrid en 1920. Tenía pocos años de vida cuando su familia se instaló en Gran Canaria, donde Pedro se crió y desarrolló gran parte de su carrera literaria.
Después de asistir al Instituto Pérez Galdós (donde ganó un concurso literario), Lezcano Montalvo cursó estudios de Filosofía y Letras en Tenerife y en la capital española, aunque nunca completó la tesis que le hubiese permitido convertirse en doctor.
Durante la Guerra Civil Española, Lezcano Montalvo fortaleció su labor como escritor y comenzó a vincularse con importantes intelectuales de la época, como Camilo José Cela, Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso. Poco a poco, el autor empezó a publicar sus poemas en revistas literarias, mientras también creaba obras teatrales y relatos.
“Consejo de paz”, “El pescador”, “La malta”, “Romancero canario”, “Desconfianza”, “Paloma o herramienta”, “Diario de una mosca”, “Cuentos sin geografía”, “Romance del tiempo” y “La ruleta del sur” son algunas de sus obras más conocidas. Cabe destacar que muchos de los trabajos de Lezcano estuvieron vinculados al mar, ya que el autor siempre sintió atracción por el océano y la playa. Incluso llegó a inventar unas gafas especiales para practicar submarinismo ya que su miopía dificultaba la actividad.
Otras facetas para destacar en la vida de Lezcano Montalvo son su tarea como impresor, su pasión por el ajedrez y su actividad política. Incluso presidió el Cabildo de Gran Canaria por parte de la Iniciativa Canaria Nacionalista (ICAN).
Honrado con un doctorado honoris causa por la Universidad de Las Palmas de Gran Canario, ganador del Premio Canarias de Literatura e integrante honorífico de la Academia Canaria de la Lengua, Pedro Lezcano Montalvo murió el 10 de septiembre de 2002 ya convertido en un ícono de la cultura de las Islas Canarias.
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