El 20 de marzo de 1780, en Guayaquil, se produjo el nacimiento del escritor, abogado y político ecuatoriano José Joaquín de Olmedo. Hijo del capitán español Miguel Agustín de Olmedo y Troyano y de la guayaquileña –descendiente de vascos– Ana Francisca Maruri y Salavarría, inició su formación en su ciudad natal y luego la continuó en Quito.
Tras un breve regreso a Guayaquil, sus padres lo enviaron a Lima para que estudie Filosofía y Matemáticas en el Real Convictorio de San Carlos. En el territorio peruano también asistió a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, doctorándose Jurisprudencia, Derecho Civil y Derecho Canónico.
Las primeras muestras de su talento literario las evidenció a comienzos del siglo XIX, con obras como “Epitalamio”, “Mi retrato” y “En la muerte de doña María Antonia de Borbón, princesa de Asturias”. En 1808, ante el grave estado de salud de su padre, Olmedo regresó a Ecuador.
Un año después se sumó a la Audiencia de Quito como abogado y luego fue nombrado diputado por Guayaquil en las Cortes de Cádiz, donde impulsó la abolición de la mita (un régimen de trabajo forzoso al que eran sometidos los aborígenes en la región andina).
Cuando, en 1814, el rey Fernando VII decidió disolver las Cortes, los diputados empezaron a sufrir persecuciones. Olmedo tuvo que ocultarse en Madrid y en 1816 logró regresar a Guayaquil, donde sus padres ya habían fallecido. Tras un paso por Lima, volvió una vez más a Guayaquil y se casó con Rosa de Ycaza y Silva. Para entonces Olmedo ya tenía una hija natural, fruto de su vínculo con Ramona Ledós.
En los años siguientes, fue una figura clave en el proceso independentista de su tierra natal. Al lograr independizarse del Imperio español, la Provincia Libre de Guayaquil lo tuvo como presidente. Más adelante Olmedo sería diputado por el Departamento de Puno, prefecto de Guayaquil, vicepresidente de Ecuador y presidente del Triunviro del Ecuador.
En todos esos años continuó incrementando su producción literaria con poemas como “Canto a Bolívar”, “Alfabeto para un niño”, “Al general Flores, vencedor en Miñarica” y “Canción al 9 de octubre”. También compuso la letra del himno de Guayaquil y tradujo a Alexander Pope. El 19 de febrero de 1847, José Joaquín de Olmedo murió a causa de un cáncer.
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