A juzgar por numerosos expertos en materia literaria, la finlandesa Paraskeva Nikitina, más conocida como Larin Paraske, desempeñó un rol importante en la poesía tradicional de su país.
Esta mujer nacida en Lempaala el 27 de diciembre de 1833 descubrió a edad temprana su afición al mundo de las letras y, a lo largo de su vida, logró destacarse como poetisa oral. Según se cuenta, esta descendiente de Mikitta Mikitanpoika y Tatjana Vasilovna tenía la capacidad de recitar hasta 32 mil versos. Con el tiempo, sus creaciones serían documentadas por el clérigo Adolf Neovius, quien llegó a plasmar en papel cerca de 1200 poemas, 1750 proverbios y 336 adivinanzas que Larin le cantó a cambio de dinero.
En 1853, Paraske contrajo matrimonio con Kaurila Teppananpoika, un campesino con el que llegaría a tener nueve hijos. Junto a él, además, cuidó a numerosos huérfanos de San Petersburgo.
En 1891, ya viuda, Larin viajó a Porvoo junto a Neovius para continuar con el proyecto de escribir las creaciones poéticas que ella recitaba. Por ese entonces llegaría su merecida popularidad, aunque el reconocimiento no se evidenció en materia económica.
En 1899, como consecuencia del incumplimiento en el pago de impuestos, Larin Paraske perdió su casa y, a partir de entonces, jamás lograría superar los graves inconvenientes financieros que la aquejaban, aún cuando recibía una pensión de artista que había sido otorgada en 1901 por la Sociedad de Literatura Finesa.
Para realzar la figura de esta poetisa que falleció en Sakkola el 3 de enero de 1904, en 1936 el escultor Alpo Sailo creó una estatua en su honor que fue erigida años más tarde en el parque Hakasalmi de Helsinki, donde también hay una calle bautizada con su nombre. Además, las autoridades decidieron incluir la imagen de esta talentosa mujer en uno de los sellos de Finlandia.
Comentarios1
Que lamentable es que depues de muerta un persona con cualidades sobresalientes de cualquier tipo, o llamemosla artista en en lo que hizo, siempre sea galardonada cuando ya no pueden ver sus logros, ¿ porque no hacerlo en vida?
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