Biografía de Bohumil Hrabal

El 28 de marzo de 1914 nació en Moravia un niño checo llamado Bohumil Hrabal quien, con el tiempo, se convertiría en un reconocido novelista gracias a obras como «Trenes rigurosamente vigilados», «Yo que he servido al rey de Inglaterra» y «Una soledad demasiado ruidosa».

A diferencia de otros autores, Hrabal no descubrió (o prefirió no desarrollar) su talento literario de forma temprana. Por esa razón, durante su juventud asistió a la Universidad Carolina de Praga para estudiar Derecho, una carrera en la que llegaría a doctorarse.

Recién en 1963, cuando ya tenía cuarenta y nueve años de vida, este hombre que, para ganarse la vida, supo ser oficinista, viajante de comercio, obrero siderúrgico y jornalero, se animó a publicar su primer libro. Ese trabajo, titulado «Perlas en el fondo», sería llevado al cine por el cineasta Jiri Menzel, tal como sucedió también con otros de sus textos.

Pese a haber comenzado tarde con su producción literaria, el escritor consiguió lanzar, en un periodo corto de tiempo, una gran cantidad de obras destacadas que no sólo tuvieron su adaptación cinematográfica sino que, además, fueron traducidas a más de veinte idiomas. «Clases de baile para adultos y alumnos aventajados», «Anuncio una casa donde ya no quiero vivir», «La pequeña ciudad al borde del agua», «Bodas en casa» y «Arroyos subterráneos» son otros de los títulos que pertenecen a la autoría de este escritor que, por haberse adherido a la Anticarta durante el periodo conocido como la Primavera de Praga, sufrió la censura y fue expulsado de la Asociación de Escritores Checos.

Bohumil Hrabal falleció en Praga el 3 de febrero de 1997 en el marco de una circunstancia poco clara que dio lugar a dudas acerca de si su caída, ocurrida mientras él le daba de comer a unos pájaros desde una ventana, fue accidental o si se trató de un suicidio.

Comentarios1

  • dalamon

    Me regaló este autor, este libro y todo lo que de leerlo resultó, la madre de mi hijo menor. O sea, uno más de sus tantos como tan ricos y generosos regalos que me dejó. Un libro al que me apasionó leerlo, sintiéndome plenamente indentificado con la forma y con el contenido vertido por su autor en él. Me tengo prometido volver a leerlo, a darme ese regalo de repasar su intensidad, su belleza, su humanidad.



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